En los experimentos, las ratas noruegas fueron más
serviciales con aquellos individuos que los habían ayudado previamente. Tal vez
para experimentar y asegurar su asistencia otra vez, sugieren los científicos.
Si bien las ratas cooperan y se ayudan mutuamente; no
se pensaba que fuera un comportamiento común que las ratas brindaran recompensa
a otras por una ganancia no inmediata.
En realidad, una rata que recompensa a un compañero
por su ayuda, en un acto llamado reciprocidad directa, es el primer acto entre
seres no humanos, dijo el coautor del estudio Michael Taborsky, un ecólogo del
comportamiento de la Universidad de Berna en Suiza.
El estudio se basó en las preferencias de las ratas
hembras noruegas cautivas por dos tipos de alimentos: las bananas y las
zanahorias. Para este tipo de ratas salvajes, las bananas son sus favoritas;
mientras que las zanahorias, no tanto.
En el experimento, cada par de ratas ayudantes
podría entregar uno de estos pequeños pedazos de comida a una rata en otro
recinto tirando de un palo.
Finalmente, la rata receptora reconocería a cada
ayudante como uno de alta calidad (si entregaba bananas) o como un ayudante de
baja calidad (si entregaba zanahorias).
Luego, los científicos cambiaron las ratas de
lugar, de modo que las ratas en el extremo receptor ahora podían tirar de
un palo que entregaría copos de cereales a un determinado ayudante.
¿Pero están realmente las ratas dando una
recompensa a sus ayudantes por su generosidad?
El investigador Taborsky cree que sí, y agrega que
las ratas están haciendo una asociación simple.
"Hay dos elementos involucrados: reconocer a
un individuo y responder a la calidad del servicio", dice Taborsky.
El último, dice, es evidente por el comportamiento
conocido previamente: las ratas acuden a buenos lugares de alimentación, por
ejemplo. Y el reconocimiento, señala, está ampliamente documentado en muchas
especies, incluidas las ratas.
Una explicación aún más directa es que las ratas
simplemente "asocian al [ayudante] con el alimento preferido", dijo
en un correo electrónico Thomas Zentall, un experto en comportamiento animal de
la Universidad de Kentucky en Lexington.
Es decir, la rata asocia a las bananas con la
presencia del proveedor de los mismos, y piensa que tirar del palo cuando el
donante del plátano está presente puede hacer traer dicho alimento.
Pero Taborsky argumenta que este no es el caso, ya
que se sabe que las ratas pueden decir que están entregando comida a otra rata,
no a ellas mismas.
En su opinión, las ratas utilizan claramente la calidad del servicio que
reciben para determinar cuánto devuelven.
FUENTE: www.nationalgeographicla.com
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